Vergüenza ajena: «Strawberry Fields Forever», fresas salvajes. Dir: Peter Goldman.

The Beatles han sido y siempre serán uno de los grupos más importantes de todos los tiempos, y que más han aportado musicalmente a bandas posteriores.

Pero el tema audiovisual no era lo suyo. Junto a grandísimos proyectos fracasados, como The Magical Mystery Tour, podemos encontrar joyitas de este calibre entre sus videoclips, ya que se caracterizaban por hacer videos bastante malos y horteras.

El caso que nos ocupa se trata de una de sus mejores canciones, pero es que el videoclip no tiene por dónde cogerlo. Esos primeros planos que se funden con otros primeros planos que se funden con secuencias al revés. Esos flashazos naranjas del 3:02, esa iluminación hortera… Después tú te preguntas: “¿Qué coño hacen ahora?” Y están pintando un piano para después venderlo por una pasta en Sotheby’s porque es el piano que pintaron los Beatles. Y después corren al revés otra vez. Y hay imágenes en negativo. Y el doble de Paul McCartney (el original todo el mundo sabe que murió en el 66) se sube a un árbol. Y en el piano hay hilos y se hacen primeros planos a través de los hilos…

Un despropósito calificado por el MoMA de Nueva York como uno de los dos videos más influyentes de la década de los 60.

Viva Suecia y el Sr. Peter Goldman, todo un artista conceptual.

Arte, arte, arte!!!

P.D.: Lo único salvable, del 2:38 al minuto 3:00, porque esos planos angulares de Lennon molan.

De verguenza: «Breakfast At Tiffany’s» de Deep Blue Something (Dir. Scott Kalvert)

Una joyita del director de «Jóvenes Salvajes» y «The Basketball Diaries», el vídeoclip de «Breakfast at Tiffany’s» de los Deep Blue Something. Los deepblues, tejanos conteporáneos del boom britpop, siempre fueron objeto de mofa por unas pintas que anticipaban lo peor de Backstreet Boys y letras pastelosillas que no pegaban mucho con sus todo hay que decirlo, potentísimos acordes.

El videoclip, con una realización de mierda, nos regala además unos planos (seguro) caros de la ostia: la banda haciendo el moñas delante de Tiffany’s (si, los autobuses rojos de dos pisos de la Gray Line son de NY) y al final sale la auténtica Audrey Hepburn. Memorable, joder.